viernes, 25 de agosto de 2017

Vino y Diabetes



Mientras que los diabéticos se dan cuenta de las complicaciones que pueden surgir al consumir alcohol, aun así, todavía hay quienes desean tomar el riesgo.

Pero ¿Qué implicaciones tiene la ingesta de vino? ¿Que riesgos potenciales se pueden asociar al control de la glucosa?

Lo cierto es que cundo se consume con moderación, lo más probable es que no existan problemas.  La palabra clave es moderación.

El problema no está en tomar una copa de vino, sino definir claramente cuanto contiene una copa.  Es decir, existen diferentes tamaños de copas, por lo cual es muy ambiguo referirse en términos de una copa, más bien podemos hacer referencia a una porción de cinco onzas como tamaño estándar.

Una porción de cinco onzas al día es aceptable para fines de consumo. Existen otros aspectos que deben tomarse en consideración:

El vino tinto contiene un poco más de calorías que el blanco por lo que si usted es sensible a la ingesta calórica esto también tiene que ser analizado. También debe recordar nunca consumir vino sin comida.

El vino, como cualquier otra forma de alcohol, debe ser ingerido junto con la comida. De lo contrario, el contenido de azúcar causará estragos en los niveles de glucosa hasta aproximadamente una hora después de la ingestión.

Esto es importante para aquellos que desean socializar con una copa de vino en la mano. Tomar una copa está bien, siempre y cuando se ingieran alimentos junto con ella con el fin de minimizar los efectos.

Si se lo está pasando bien y está considerando la posibilidad de tomarse una segunda copa, asegúrese de vigilar de cerca sus niveles de glucosa y hacerle saber a un amigo lo que quiere hacer.



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